Los orígenes del puente como tal se remontan a los años de transición del siglo X al XI, en la época árabe califal. Su mayor remodelación, y lo que ha permitido que haya llegado intacto a nuestros días, se produjo en el siglo XVIII. En 1922 se realizó la última actuación del puente, con la finalidad de ensanchar el mismo hasta los diez metros actuales, así como modificar la rasante, eliminando la clásica configuración de lomo de asno. Actualmente, lo que peor se conservaba era tal ampliación, que utilizaba costillas de aceros envueltas de hormigón. La obra de remodelación del puente se ha realizado manteniendo el tráfico en el puente, realizándose los trabajos a medias calzadas, con el fin de minimizar las molestias a los usuarios del mismo. Se ha tratado de una obra promovida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, proyectada por D. Ramón Sánchez de León y ejecutada por COMPOSAN OBRAS.
