En 1811, durante la guerra de la Independencia española, el Pont Trencat, en una acción militar sufrió la destrucción de su arco principal. Durante casi dos siglos nadie intentó repararlo hasta que en 1996 un grupo de ciudadanos de los dos municipios que unía, Sant Celoni y Santa María de Palautordera, crearon la Associació Pont Romà para buscar financiación que permitiera su recuperación. En lugar de intentar hacer una reproducción mimética de lo que posiblemente era el puente, se decidió recuperar su función erigiendo la parte desaparecida de forma que presentase un total contraste con las preexistencias. Con esta actuación se restableció el antiguo paso sobre el río Tordera proporcionando un nuevo itinerario restringido a peatones y ciclistas. La recuperación permitió, además, la recuperación medioambiental de los lechos fluviales y animaron a muchos vecinos a rehabilitar sus casas, de manera que en pocos años un barrio marginal ha pasado a ser una zona con una alta calidad urbana.
